Una concentración organizada por moteros unidos del norte realizada en esta ocasión en Bilbao.
Es la primera concentración motera a la que asisto y no creo que sea la última siempre que pueda.
Quedamos en Miribila para juntarnos la delegación Euskadi del club Burgman España y se nos unió Sergio de la delegacion Alicante a las 10 y una vez reunidos todos nos dirigimos hacia el arenal, una vez allí dejamos las motos junto a otras que al final fueron en torno a las 600 – 700
La organización estuvo francamente bien poco a poco y como un hormiguero iban llegando motos de distintos puntos del norte y de todo tipo (la seguridad vial nos afecta a todos y no solo a las motos) una vez en el Arenal nos dirigimos a firmar para confirmar nuestro más acuerdo por la causa y todos compramos un silbato para meter ruido y que nos oyera el que no nos había visto. Cada vez llegaban más y más motos y se presagiaba un gran evento.
(1) pasillo por el que pasaron las motos de Cantabria (2) Vista parcial del Arenal
Con nuestras Burgmas pusimos nuestro granito de arena
Por último lugar llegaron los compañeros de Cantabria (casi 90 motos), se les izo un pasillo
y entre aplausos y pitidos de ánimo el arenal se termino de llenar. El recibimiento fue algo brutal y los pelos de punta, la organización muy bien planteada y ningún mal rollo.
Cabeza de la manifestación dando la vuelta en Moyua
A las 10:30 se hace la salida andando por la Gran Vía (con el trafico cortado hasta la plaza Moyua media vuelta y hacia el Arenal de nuevo. A mitad de trayecto se hace un pequeño paron en diputación y un dantzari baila un aurrezku en homenaje a una familia de una fallecida en carretera, y un minuto de silencio con el brazo levantado haciendo la V con la mano. Seguro que este momento no se me olvida en muchísimo tiempo y retorno al Arenal. Durante todo el trayecto no dejaron de sonar los silbatos y gritos de guardarrailes asesinos.
Una vez terminada la vuelta se lee un último manifiesto y cada uno sin el más mínimo alboroto ni follón va abandonando la plaza (y eso que no éramos pocos)
Nada más que añadir ya que para saber lo que se siente en estas situaciones hay que estar presente y animaros a todos que a la próxima asistáis seáis moteros o no ya que la seguridad vial es cosa de todos.
Una vez terminada la vuelta se lee un último manifiesto y cada uno sin el más mínimo alboroto ni follón va abandonando la plaza (y eso que no éramos pocos)
Nada más que añadir ya que para saber lo que se siente en estas situaciones hay que estar presente y animaros a todos que a la próxima asistáis seáis moteros o no ya que la seguridad vial es cosa de todos.
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